domingo, 15 de septiembre de 2013

20.Mis miedos de la infancia

Todos tenemos miedo de algo cuando somos pequeños. Yo les tenía mucho miedo a dos cosas en especial.
Rayos y truenos: Cuando era más pequeña me daban mucho miedo los rayos y truenos. Pensaba que si caía uno encima de mi casa, ésta se caería. Así que las noches de tormenta iba a dormir a la habitación de mis padres, hasta que me hice unos años mayor y ya no me dejaron. Entonces ideé un plan, cerrar del todo la persiana para no ver la luz y taparme los oídos para no escucharlo. Todo esto, hasta que descubrí la existencia del pararrayos.
Payasos: Cuando tenía seis años vi por error una escena de una película de terror en la que aparecía un payaso asesino sangriento. Desde entonces que les tube miedo. Quien sabe qué persona se esconde bajo el maquillaje y el disfraz. Ahora no les tengo miedo, pero aun asi me dan repelús y no me gustan mucho.

viernes, 13 de septiembre de 2013

19.Mi aventura de un día

Puf...ya sonaba el despertador. Daba palo levantarse pero lo tenía que hacer sí o sí. Me canvié, desayuné y fui caminando hasta casa de mi prima de mi misma edad, Bruna. Éramos mejores amigas inseparables desde que nacimos. Yo pasaba cada mañana por su casa para ir juntas hasta la parada del bus que nos llevaba al instituto. Íbamos caminando tan tranquilas hasta que vimos que habíamos perdido el bus. Empezamos a correr hasta que paró a nuestro lado un taxi completamente blanco que ponía que hacía trayectos gratis. Así que subimos y le dijimos que nos llevara hasta el instituto.
El taxi paró y salimos de él. ¿Dónde estabamos?Eso no era el instituto. Había mucha gente de nuestra edad más o menos. Pero era rarísimo, todos los colores de las cosas como los conocemos estaban del revés. Arboles con el tronco verde y hojas marrones, el cielo blanco con nubes azules... Y la gente también, tenían la piel del color del pelo, y el pelo del color de la piel. ¡Hasta nosotras habíamos cambiado de color! Todos llevaban un uniforme completamente blanco y mochila verde. Nosotras también. Nos dimos cuenta de que era un instituto, así que nos dirijimos hacia una clase donde había gente de nuestra edad, 3ro 2.
Vino una profesora y anunció que podíamos empezar a "cotorrear". Todos empezaron a hablar, entre ellos, de cualquier tema. Nos dijieron que era la clase de "cotorreo" solo se trataba de hablar. Así conocimos a tres chicas muy amigas: Aluap, Aidualc y Aerdna. Nos pusimos a pensar y eran nombres normales al revés: Paula, Cláudia y Andrea. Así que también dijimos nuestros nombres invertidos: Anurb y Aira.
La siguiente clase era la la de Televisón.  Se trataba de mirar la tele. Allí vimos la película de A tres metros bajo tierra.
La última clase era la de fotografía. Había que hacerse fotos para colgarlas en las redes sociales, hoy tocaba, en Instagram.
Cuando todos ya se iban a sus casas volvió a aparecer el taxi blanco que nos devolvió a nuestro pueblo normal. Eran las ocho de la noche y Bruna se fue a su casa y yo a la mía. Fue un día agotador...

lunes, 2 de septiembre de 2013

18.El mensaje de la botella

Si fuera náufrago en una isla desierta y tubiera que escribir un mensaje en una botella de socorro escribiría esto, es corto, pero no creo que tubiera mucho tiempo ni papel, así que es lo esencial.

Socorro, estoy en una isla, sola, mi barco se ha undido, barco n°634, la Mar Azul. Me llamo Aria Montrouge, vivo en la isla Kamari, calle de las Tortugas, num. 16. Casi no me queda comida.
¡Ayuda por favor!